Este título puede sonar un poco pesimista y hasta temeroso, pero en realidad los emprendedores tienen miles de timbrazos y llamadas a la puerta que no atienden porque siempre están “muy ocupados”.
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Cuando la enfermedad toca la puerta
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Este título puede sonar un poco pesimista y hasta temeroso, pero en realidad los emprendedores tienen miles de timbrazos y llamadas a la puerta que no atienden porque siempre están “muy ocupados”.